Ruth y Gabriel

Más que vencedores

Cuando vienen a nuestra vida situaciones no esperadas, podríamos decir -sorpresas- hay cambios que realizar, para bien o para mal pero sin opción, algunas veces motivo de afán e incertidumbre, que vienen a probar nuestra fe.
Pero cuando nuestra confianza está puesta en Dios, dejamos que todo fluya como por ley natural: todo cae por su peso, y sin querer complicar o forzar las situaciones, nos damos cuenta que todo sale bien.
Para los hijos de Dios, los nacidos de nuevo, esto es: los que hemos recibido a Cristo en nuestro corazón, como nuestro único y suficiente salvador, se hace realidad el pasaje que escribió el Apóstol Pablo en Romanos 8:28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
Cuáles cosas podrían ser éstas? tribulación o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro o espada? (Romanos 8:35)
y sigue el versículo 37: Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
Hermoso! no te parece? sellado con el amor de Dios, por eso debemos creer que por medio de su Santo Espíritu, pasaremos sí esos momentos difíciles de los cuales pensamos no tienen fin, pero que al terminar, sentimos que hemos subido un peldaño, y sobre todo, nos hemos dado cuenta del verdadero propósito de la prueba.